Guía para evitar lesiones

¿Sabías que el 90% de deportistas ha reportado haber sufrido alguna lesión? Las lesiones se han vuelto tan comunes que lo más probable es que te haya sucedido (con suerte) al menos una vez. Además del dolor físico que traen consigo, la recuperación requiere de tiempo y dinero y además nos aleja de nuestras actividades favoritas.

Hay nueve causas principales de lesiones en deportistas, que puedes encontrar rápidamente buscando en Google. Sin embargo, yo propongo una causa principal de acuerdo a un enfoque holístico y en base a mi experiencia: No escuchar a tu cuerpo.

El cuerpo humano es inteligente y ha sido diseñado para funcionar eficientemente. Esto quiere decir que nuestra naturaleza no es enfermarnos ni lesionarnos. Lo que sucede es que la mayoría de personas funcionamos en automático y hemos perdido la capacidad de escuchar los mensajes que nos envía nuestro cuerpo.

¿Cómo se comunica el cuerpo? A través de los sentidos, principalmente a través del tacto. Es por eso que apenas “sentimos” algo decimos que es dolor. Pero la verdad es que existen variedad de sensaciones: hormigueos, cosquilleos, adormecimiento, hincones, ardor… Normalmente el cuerpo empieza avisándonos con sensaciones sutiles y, si no escuchamos, se van agravando hasta que se vuelven un dolor agudo.

Entonces, para evitar lesiones debes escuchar a tu cuerpo. Así de simple. Esto lo puedes aplicar de las siguientes maneras:

Adapta los entrenamientos a tu estado físico y energético actual.

No todos los días te despiertas sintiéndote igual. Hay días que estás más cansado, medio enfermo o que el cuerpo duele de un entrenamiento anterior. Te recomiendo tener un rango de tolerancia de +/- 10%. Esto quiere decir que, si no te sientes bien, entrenes un poquito menos y cuando te sientes increíble entrenas un poquito más.

Descansa cuando sea necesario.

La mayoría de deportistas somos competitivos y nos gusta exigirnos al máximo. No obstante, a veces lo más inteligente es darnos una pausa. Durante el descanso recobramos energías y regeneramos tejidos. Además, muchas lesiones se dan cuando el músculo está cansado y no reacciona como debería. Una buena opción si no nos gusta quedarnos en casa es asistir a una clase de Yin Yoga o Yoga Restaurativo.

* Es fundamental para un adecuado desempeño dormir suficientes horas por la noche. Lo ideal es descansar entre 10 pm y 6 am.

Atención a las señales.

Como mencioné, el cuerpo es tan inteligente que sabe comunicarte lo que sucede. Esa sensación incómoda en la rodilla cuando saltas o esa pequeña punzada que sientes en la espalda te esta avisando que está sucediendo algo. Lo mejor es ejercitarte de manera consciente, prestar atención a las pequeñas señales y comunicárselas al entrenador para recibir asesoría.

Muévete de manera consciente.

Pon toda tu atención en la actividad que estás realizando. Así descubrirás asimetrías, mejorarás tu técnica y evitarás accidentes.

Además…

  • Complementa tus entrenamientos con masajes (descargas) y foam rolling. Los masajes se recomiendan una o dos veces al mes, mientras que el foam rolling puede ser interdiario.
  • Tu alimentación debe ser rica en nutrientes y saludable. Recuerda que tus alimentos son tu combustible.
  • Una adecuada técnica es fundamental para evitar lesiones. Por eso se recomienda ejercitarse bajo supervisión de profesionales.
  • Y por último, aunque seguro ya has escuchado esto: calienta y estira. Se calienta hasta que el ritmo cardíaco aumente y comiences a sudar. Se estira mínimo contando lentamente hasta 20 por músculo.

Que la práctica deportiva sea un momento de diversión y motivación; no la razón por la cual visitamos al médico. Al ejercitarte de manera consciente y escuchar a tu cuerpo minimizarás el riesgo de lesiones, tendrás mejores resultados y tus entrenamientos serán sostenibles en el tiempo.

Author: Gabriela Cockburn

Amo hacer deporte y soy corredora de media maratón. Buscando complementar mis entrenamientos llegué al yoga en el 2013 y me enamoré tanto de esta práctica que decidí certificarme como instructora para poder compartirla. Para mí, el yoga, más que una actividad física, es una herramienta de transformación personal muy poderosa.